miércoles, 19 de marzo de 2008

EL CASO DE LAIKA

Un día saliendo de mi casa, vi a una perrita Pastor Alemán caminando aparentemente sola en la calle, me acerqué a ella para leer la placa con su nombre; “LAIKA” y vi que una mujer a lo lejos me veía hasta que se acercó a mi con actitud amigable y me dijo: “¿Te gusta?, si quieres te la regalo, yo ya no se que hacer con ella”… (Ay no por favor!, ¿porque me pasan a mi estas cosas? no puede ser!), me puse a platicar con ella y me contó que ya estaba tan harta que aveces pensaba en dejar a Laika en la calle, porque ya no tiene tiempo de cuidarla y que ensucia mucho la casa, etc,etc.

La mujer en cuestión se llamaba Drusila (De verdad!!). Le pedí que por favor me diera tiempo para buscarle un hogar a Laika, que yo iba a hacer todo lo posible, pero que por nada en el mundo la dejara en la calle.

Drusila accedió, y curiosamente me dijo, pero que solo podía tenerla por unos días mas y no por mucho tiempo; así que inmediatamente empecé a buscar una bonita familia para Laika, con muy pocas esperanzas la verdad, porque es muy difícil que la gente acepte a un perrito adulto en casa; metí los datos de Laika por Internet, pregunté a todos mis conocidos y… Nada!, no tenia respuesta alguna, y lo peor es que diario recibía por lo menos 3 llamadas de Drusila diciéndome: “¿Que pasó?, dijiste que te la ibas a llevar, ya no puedo con ella”… (¿En que momento se convirtió Drusila en la persona que me estaba haciendo un favor a mi?, además no lo puedo entender, ella hace años compró a Laika por decisión propia y ahora actúa como si fuera una carga para ella). Yo estuve a punto de colgarle el telefono varias veces, pero pensaba en Laika y se me rompía el corazón, y yo no podía llevármela a casa; empecé a sentirme muy presionada, y en las noches antes de dormir no podía dejar de pensar en cuanto me necesitaba Laika, y en que yo no podía hacer nada por ella.

Una protectora a la que le llegó mi correo, me llamó y me dio un número de teléfono, me dijo que me comunicara ahí con Marilú, que (según sus palabras) era una persona con una gran facilidad crear conciencia en la gente y que tal vez ella podía hacer algo; yo no le llamé, porque la verdad es que no creí mucho en eso y no creí que ella pudiera ayudar, lo que yo necesitaba era conseguirle una familia bonita a Laika y no alguien que tratara de educar a Drusila.
Un par de días después, Marilú me llamó, y descubrí en ella a una muy linda persona con un gran respeto por los animales y mucha disposición para ayudar. Fuimos juntas a casa de Drusila y ahí vimos que Laika vivía las 24 horas del día en una terraza y con muy poca libertad de movimiento, le pusimos agua y comida ya que por lo visto ahí nadie se había preocupado por hacerlo y Marilú se ofreció a llevarla al veterinario; eso fue un domingo, y el miércoles que Marilú pasó por ella, se dio cuenta de que nuevamente no tenía ni agua ni comida, Drusila le dijo que como nosotros le pusimos el día que fuimos, ella pensó que todavía tenía; lo cual significa que Laika no había comido mas que lo que nosotros le pusimos 3 días antes. Para ese momento, nosotros ya habíamos recibido la respuesta de un posible adoptante para Laika, así que mientras se arreglaba lo de la adopción, Marilú se llevó a Laika a su casa para cuidarla y para que recibiera tratamiento médico ya que tenía una infección muy fuerte en la piel. En unos pocos días Laika ya quería a Marilú y viceversa, así es que Laika se quedó a formar parte de la familia de Marilú.

Casos como el de Laika hay miles cada día, es impresionante la cantidad de personas que deciden deshacerse de sus mascotas en lugar de asumir la responsabilidad que ellos mismos adquirieron cuando la compraron. El abandono se da de muchas maneras, algunos deciden amarrar a su perro o encerrarlo en algún lugar de la casa; y de pronto darle de comer o asomarse tan siquiera a verlo se convierte en una molestia o en una carga pesada, y el que sufre las consecuencias de esta irresponsabilidad es el animalito.
Imagínate solo por un momento, lo que sería si tu te quedaras encerrado por alguna razón en un patio pequeño, sin que nadie se diera cuenta… piénsalo realmente, que pasara un día… dos, y que nadie se acercara a ti. El espacio es reducido, y mientras mas tiempo pasas ahí va pareciendo más pequeño; el primer día llovió, el segundo el sol fue insoportable y la desesperación se hizo más grande; tienes hambre y mucha sed, pero no sabes hasta cuando alguien se va a acercar a sacarte de ahí.
A ti por ser un humano, seguramente alguien te sacaría mas rápido, a un animalito no, desafortunadamente mucha gente parece creer que un animal es resistente a todo, algo así como un artículo de uso rudo, capaz de aguantar golpes, frío, calor excesivo y que pueden vivir con el estómago vacío y sin tomar agua.

El encierro largo provoca muchas cosas dolorosas, tanto físicas como mentales; en el caso de Laika, su piel tenía una seria infección provocada por estar echada tanto tiempo en el mismo lugar sin mas opción de movimiento que recargarse de un lado o de otro, además de la suciedad provocada por tener que hacer sus necesidades en ese mismo espacio pequeño en donde se encontraba, y por si fuera poco, tener que dormir encima de eso; en ese entonces Laika lloraba mucho, era un llanto repetitivo con sonidos cortos, constante pero casi inaudible, como si ya hubiera perdido la confianza de que alguien le hiciera caso, era mas bien sentirse incomoda, triste y enferma, pero ya sin la intención de recibir una respuesta de alguien

Ahora Laika está mejor que nunca, la volví a ver unos meses después; de la infección que tenía en la piel ya no queda absolutamente nada, está feliz con su nueva familia, ya no ha vuelto a pasar hambre ni sed, su pelo se ve limpio y a pesar de ser una perrita de edad avanzada, juega con su pelota como queriendo sentirse cachorro otra vez. Laika es otra, es verdad eso que dicen de que el amor te transforma. Laika ya puede olvidarse del encierro y el descuido en el que vivió la mayor parte de su vida, pero lo triste es que ahora ya hay otro perrito que tomó ese lugar; esa mujer irresponsable que tuvo abandonada y descuidada a Laika por tantos años, nos llamó para decirnos que ya tiene otro perro!!.

Monn

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