sábado, 25 de abril de 2009

INFLUENZA PORCINA

Hoy en México estamos con una alerta de epidemia de Influenza porcina.
Como Madre y como tía esta es una situación que me tiene aterrada.
Yo no soy medico, ni quimico, ni especialista en salud de ningun tipo, pero en mi particular punto de vista, yo creo que tantas enfermedades y virus nuevos que aparecen se deben a tantos experimentos geneticos que hace el ser humano actualmente, ademas, al uso descontrolado de hormonas, medicamentos y quimicos en animales de rastro y de laboratorio.
En los rastros los animales mal llamados de consumo son llenados de hormonas en cantidades no normales y de medicamentos para poder aprovecharlos mas como mercancia, creo que es logico pensar que tantos quimicos dentro de un ser vivo harán que el organismo de ese ser, desarrolle nuevas bacterias y que haya mutaciones en los virus. Y ni hablar de los pobres animales que son torturados en los laboratorios, muchos de los cuales son usados precisamente para experimentos geneticos, para cientificos que tienen la tonta idea de encontrar la "perfección", cuando la verdadera perfección es la creada por la naturaleza.

En las noticias pasan y pasan imágenes de los puerquitos hacinados en los rastros, siendo rociados con mangueras de presion y las puerquitas acostadas sujetadas con tubos de acero para que los lechones se alimenten pero ellas no se puedan mover, veo eso y lloro, y me hace darme cuenta de que es lógico que entre tantas hormonas, químicos y torturas horribles los animales desarrollen nuevos virus y bacterias, (la gripe aviar, las vacas locas, ahora la gripe porcina que ya mutó) todo eso es consecuencia de llenar a los animales de tantas cosas químicas y de una cantidad antinatural de hormonas; ahora, por la pandemia, en Egipto sacrificaron miles de puerquitos y a sus crias; me da tristeza porque ellos no tienen la culpa, pero tal vez murieron de una forma menos dolorosa y mas rapida de la que iban a morir en los rastros, es triste, triste que los humanos no seamos compasivos al dolor de otros seres vivos.

Ultimamente he sabido de tantos virus nuevos que siento que me estoy convirtiendo en una especie de Monk o Howard Hughes y se me hace terrible tener que vivir con esa paranoia, y peor aun, transmitirsela a mis hijos; yo no quiero eso.
Yo espero que esta epidemia se controle pronto y se termine definitivamente, pienso en los niños y en todos los seres vivos indefensos y quiero para ellos un mundo donde haya respeto hacia ellos; un mundo donde puedan vivir con salud, paz, armonia y felicidad.

Cuando hay salud, todo lo demas se consigue, nada es imposible.