jueves, 8 de mayo de 2008

RINGO


Por Susana Moreno

El 25 de diciembre de 2004 fuimos a Liverpool Insurgentes, por lo gerenal, siempre que vamos entramos a la tienda directamente por el sótano del estacionamiento, pero ese día no. Decidimos bajar en la planta baja y cruzar la calle hacia la tienda. Saliendo del estacionamiento mi hermana vio pasar algo peludo entre la gente; era un perrito sucio, con el pelo enmarañado que caminaba entre la gente deteniéndose, buscando una mirada; tratando de que alguien lo viera, pero nadie volteaba siquiera y algunos lo empujaban con el pie para asustarlo y que se alejara. Un tipo logro asustarlo y lo hizo correr justo hacia la avenida.

Mi hermana, preocupada corrió tras él, con miedo de que pudiera ser atropellado y logró interceptarlo pero no agarrarlo. El asustado perrito corrió de regreso hacia donde yo estaba y me agache a su altura hablándole. Llego justo a mí y se detuvo con cara de esperanza. Al revisarlo vimos que estaba en los huesos y que además de sucio tenia una herida en la cabeza, por lo que decidimos dejar las compras para otro día y lo llevamos de inmediato a un veterinario.

Asustado, lastimado, hambriento y lleno de garrapatas tuvo que permanecer con el doctor un par de días. Cuando fuimos a recogerlo la verdad no pensábamos quedarnos con él, mas bien estábamos buscando alguna familia que lo pudiera adoptar y mientras la encontrábamos pues se quedó en nuestra casa. Ringo estaba desnutrido, con inicios de deshidratación y se necesito mucha paciencia y cuidados para que empezara a tener su peso normal.

Los primeros días aullaba y lloraba cada vez que nos perdía de vista a mi papá o a mí y brincaba de gusto cada vez que nos veía, aunque solo hubieran pasado unos minutos…. Así que finalmente se quedó. El tomó la decisión de adoptarnos y la familia le esta muy agradecida por eso. Es un fiel amigo; el mejor guardián de mi papá; compañero de juegos de mi sobrina y un miembro de la familia que todos los días nos brinda su amor incondicional y sus hermosos ojos de agradecimiento.

Ringo, adoptado en 2004 por la familia Moreno
Susana Moreno

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